Cada día que pasa me convenzo mas que los animales son seres increíbles, llenos de sabiduría y de emociones mucho mas humanas que las nuestras.
Ellos, no discriminan a nadie por raza, tamaño o edad, ellos son como son y aceptan a los demás de buen grado, incluso a nosotros también.
Nos enseñan a ser pacientes a dominar nuestras inquietudes y nuestros miedos, a creer que todo saldrá bien, porque a diferencia de nosotros, ellos confían al cien en nuestro Creador.
No necesitan de demasiadas cosas para ser felices, solo una caricia, una palabra tierna, que es devuelta con mil sonrisas, juegos, gratitud e infinito amor.
Si los animales son tan especiales, que no nos damos cuenta, como malgastamos nuestra vida en vanalidades, si volteáramos mas seguido a verlos, nos daríamos cuenta como se vive feliz y sereno, como se disfruta este tiempo que nos conceden de vida.
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